sábado, 10 de marzo de 2012
La soberbia del hombre
Él creó al hombre a su imagen y semejanza. El hombre, no obstante, le desobedeció. Más tardó en prohibirle comer del árbol del bien y del mal que en desobedecerle.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Gn. 1, 1) Así empieza el sagrado libro del Génesis. Pero ¿qué había antes? Sólo Dios. ¿O había algo más?
Es probable que el Pentateuco, haya sido escrito en el siglo XII AC. La tradición afirma que Moisés lo escribió, pero no está claro. En aquel tiempo, la ciencia, si es que había alguna disciplina digna de llamarla así, estaba en pañales. Un niño en pañales descubriendo pasmado su reflejo en el agua.
¿Qué nos dice la ciencia sobre el origen del universo? Ha formulado una teoría: la teoría del big bang. La que mayor consenso recoge entre el mundo científico, aunque no sea siquiera un teorema. ¿Qué fue lo que explotó? Una singularidad espacio temporal.
Tres mil años después, sabemos prácticamente lo mismo. Apenas nos hemos quitado los pañales, pero seguimos igual de pasmados. En la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), se ha construido el mayor acelerador de partículas del mundo, de 27 kilómetros de circunferencia, para entre otras, responder a la pregunta siguiente: ¿qué pasó justo después del big bang? ¡Dejemos de jugar a ser Dios! No me extraña que tras el primer experimento se haya estropeado esa chingadera.
Un creyente, para leer la Biblia, se pone unos anteojos, los de su Fe. Un científico, se pone los de la Ciencia. Para un creyente, la Biblia es un conjunto de libros sagrados, cuyos diversos autores han escrito inspirados por Su Espíritu. No es cuestión baladí. Lamento profundamente la humanización de lo sagrado y siempre rechazaré frontalmente su trivialización. Si quieres que te acompañe, no me lastimes. Mi tío me decía: “Estoy convencido que no hay creyente que haya dudado alguna vez, empezando por los grandes místicos. Del mismo modo estoy convencido que no hay un solo ateo que, en su interior, se tome en serio a sí mismo.” Me ponía de ejemplo la manera en que Stalin finalizó su vida.
El científico Carl Sagan dijo una vez: “Mi opinión personal es que hemos de ser un poco humildes cuando tratemos estos asuntos. Hemos de reconocer que estamos, por definición, ante el estudio de las cosas más difíciles para el conocimiento de la experiencia humana y, quizás, esto nos permita estar en condiciones de penetrar mínimamente dentro de estos misterios.”
Entonces, antes de la singularidad espacio-tiempo ¿qué había? No interesa a la ciencia porque no es relevante para el universo en el que vivimos ni para las leyes que le rigen. Tres mil años antes, el compendio de relataos populares y tradiciones judías ya pudo ir más lejos: La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. (Gn. 1, 2)
El Papa, sobre la ciencia del siglo XX, ha dicho: “Los científicos no crean el mundo, sino que aprenden de él y tratan de imitarlo, a través de las leyes y la inteligibilidad que la naturaleza nos manifiesta. La experiencia del científico como ser humano es, pues, la de percibir una constante, una ley, un logos que no ha creado pero que en cambio, ha observado: de hecho, nos lleva a admitir la existencia de una razón todopoderosa que es distinta de la del hombre, y que sostiene el mundo.”
Del origen del universo al origen del hombre. La evolución humana intenta explicar la evolución biológica del hombre desde sus ancestros hasta su estado actual de evolución. La especie humana, pariente biológico de primates como el chimpancé, el orangután o el gorila, tendría un ancestro común a ellos. ¿Cuándo dejamos de ser chimpancés y cuándo comenzamos a ser homo? ¿Hace dos, tres, cuatro, cinco, seis, o siete millones de años? Good approach! Buen intento.
Pero para mí, la gran pregunta es por qué los homo son las únicas especies inteligentes, hasta llegar a la nuestra: la homo sapiens sapiens. ¿Dos veces sapiens? Toma soberbia. Y dijo Yahveh Dios: ¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre. (Gn. 3, 22)
En las grandes preguntas que tiene planteadas la humanidad, la ciencia muestra una gran imprecisión para dar respuestas. Si nos trasladamos al hombre contemporáneo y su vida cotidiana, la relación del creyente con Dios, en un mundo orgulloso del avance de la Ciencia y la técnica es, exclusivamente, una cuestión de Fe.
Sobre la Filosofía, sólo puedo afirmar que es una disciplina meramente cognitiva, no comparable con cualquier otra ciencia. No puedo entender de qué forma puede poner en evidencia la existencia o no de Dios.
… y le dijo el diablo: “Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la doy a quien quiero.” (Lc. 4, 6).
Es desigualdad, injusticia, corrupción, muerte, incrustadas en el corazón del hombre desde tiempo inmemorial. La reconciliación del hombre con su Creador es esencial para el desarrollo y evolución futura de la humanidad.
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yo solo digo
ResponderEliminarEl pasado queda atras ¡¡ya paso ¡¡¡ hay que vivir el presente,el dia a dia,¿ no ? soy creyente y pido a Dios que ilumine a los que gobiernan que los llene de humanidad,humildad,ppara empezar a tener un mundo mejor de lo que han echo , y los Españoles si fajan los pantalones y viven una vida podremos salir a lo mejor solos
Total no somos libres y me gustaria ser libre llevando la palabre de DIOS en el corazon .AMOR,RESPETO,.
al hablar de estos temas mi mente empieza a divagar por el espacio y la creación y cuanto mas lejos va, mas pequeña me siento, estoy de acuerdo con el Papa sobre lo que debería ser la ciencia pero también sabemos que los hombres, homos sapiens sapiens dos veces :) queremos partir de nosotros y ver la ciencia desde nuestro ángulo, nos gana la soberbia, nunca mejor título
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