martes, 6 de marzo de 2012

Dios y la ignorancia

Foto: Mariña Sánchez.
-Dime tú, que aún eres joven; ¿temes a la muerte?
-No entiendo la pregunta, padre. ¿Porque iba a temerla? La muerte no es más que el principio; usted lo sabe. Tras ella, nos espera el cielo.
-¿Es eso lo que crees, hijo? ¿Que te esperan mas allá de la muerte las dichas que la vida te ha negado?
- Eso creo, padre. Usted me lo ha enseñado.
- Nunca es tarde para arrepentirse.
- ¿Acaso duda, padre? ¿O es la enfermedad la que habla por usted?
- Puede que no haya estado nunca tan sano. Puedes ver decrepitud en mi rostro; pero mi alma se recrea en su juventud perdida.
- ¿De que habla, padre?
- Dime, hijo. ¿Quien es Dios? Te lo diré: Dios es un vampiro, hijo. Es un insecto, un parásito que ha chupado la sangre a la humanidad desde el principio de los tiempos. Es un virus, un veneno que se ha prodigado por las venas de los siglos y ha corroído y enfermado la historia. Te han hablado del demonio y del mal, mas no sabes que no es si no tu Dios la suprema encarnación del horror y la violencia.
- No he oído jamás semejante blasfemia. ¿Ha perdido la fe, padre?
- La fe no se pierde nunca hijo. ¿Que es la fe? ¿Y que es Dios? La fe es la creencia irracional en un dogma; es el hecho de creer por creer, sin una base racional ni empírica. La fe, por lo tanto, ha de ser completamente libre. ¿Y que es Dios si no la mayor de las imposiciones? ¿La mayor de las deformidades, el mayor de los prejuicios?
-Quiero escucharle, Padre. Pero antes quiero que tenga una cosa en cuenta: yo soy creyente y no un vulgar fanático. La forma en la que habla es ofensiva para mi y para todos los cristianos. Si quiere que lo escuche, tendrá que respetar mis creencias y no hablar en esos términos de algo que yo considero sagrado. Cuando usted llama vampiro o deformidad a Dios, me lo está llamando a mi. Me está despreciando, y eso no es filosofía padre, si no la mas vulgar de las críticas, la mas pueblerina de las objeciones.
- Desprecio tu falsa moral. En la filosofía el respeto no existe. La filosofía no puede condicionarse.
- Estoy hablando de lenguaje, padre. No de filosofía.
- Dime: si yo pienso que tu Dios es un esperpento deforme ¿de que sirve que no lo diga? ¿O es que si no lo manifiesto en alto  mi pensamiento es diferente? ¿Que miedo tenéis los cristianos a decir las cosas claras? Pretendo exponerte mi filosofía y mi forma de pensar. ¿Porque voy a manipularla? Si tienes miedo a sentirte ofendido, dímelo, no te diré nada; tomaremos un té y veremos el sol derretirse entre las nubes. Pero si sigues adelante, si pretendes escucharme, no pretendas coartarme.
- Tu estás empezando con insultos y desprecios. Estás despreciando mi idea mas sagrada, y con ello me estás despreciando a mi. ¿Crees padre, que soy también un esperpento deforme? ¿Un vampiro y un insecto?
- Lo serías si tu Dios fuera real. Si la ley causal que defiende el cristianismo fuera cierta, no serías mas que eso: un modelo distorsionado de un Dios infame y cruel.  Precisamente despreciando a tu Dios, te dignifico a ti. Cuando a él lo insulto, a ti te elogio. 
- ¿Que soy entonces, Padre? ¿Un fanático? ¿Un ignorante?
- Un ser humano. Un producto de la historia. Un ser maravilloso que no es libre.
- Padre: yo soy feliz. Mi religión me hace libre, mi religión me hace dichoso. Sin ella yo sería desgraciado, me sentiría vacío. Sin la religión no sería mas que un animal. Un conjunto de células, una triste criatura efímera y perecedera. ¿Que eres tú sin religión, padre? Podría decir muchas cosas; pero a diferencia de ti, yo te respeto, no te insulto. Pero dime; ¿que eres?
- Soy libre.
-No eres nada. Eres materia. ¿Como puedes creer en la nada?
-¿Quien ha dicho que crea en la nada? ¿Quien ha dicho que crea en algo más que en la filosofía?
-No te entiendo, padre.
- Responde, hijo: ¿porqué crees en Dios?
- Porque es necesario para justificar la existencia humana. Porque sin él, la vida carece de sentido. En la naturaleza no existe nada eterno; ¿de donde iba a sacar yo la idea de eternidad, si no es de un Dios? Es más; ¿como vamos a tener los humanos, si somos materia, la simple idea de un Dios? ¿de donde -si todo procede de la naturaleza- íbamos a extraer esa posibilidad? La sola idea que creamos que puede existir, justifica su existencia.
- Y no es más fácil asumir nuestra ignorancia ante la vida, que asumir, sin más, un absurdo?
- ¿Que quieres decir?
- Verás: si coges a un recién nacido, y, nada mas nacer, lo llevas a una casa aislada de la sociedad, y lo educas sin hablarle nunca de la existencia de un Dios. ¿Cómo reaccionará ese niño que, una vez adulto, después de una vida tratando de encontrar, por su cuenta, sus propias respuestas, le revelas que el mundo fue creado por Dios y que su hijo, Jesús, murió hace 2000 años en Jerusalén para redimir nuestros pecados? ¿Cómo reaccionará ante nuestros ídolos? ¿Podrá adorar una cruz, arrodillarse ante la imagen de la virgen?
- Los indígenas americanos lo hicieron. Aceptaron la fe cristiana, se postraron ante ella.
- A base de espada y oro. Allí es donde yo quería llegar. Los indígenas americanos tenían sus propios ídolos. De lo que podría deducirse, que creer en una divinidad, es la tendencia natural de el hombre, ¿no?.
-Así queda demostrado si analizas todas las culturas.
- Bien. Te diré porqué. Creer en la divinidad es tendencia primitiva del hombre. Si todas las culturas se han postrado ante ídolos; es porque la humanidad aún está naciendo. Vivimos en los albores del mundo, el ser humano es joven e inexperto. La humanidad no es mas que un niño contemplándose asombrado en el reflejo del agua. 
- ¿No hemos evolucionado nada, Padre? ¿No reconoce ningún progreso desde que vivíamos en las cavernas hasta ahora?
- Por supuesto que lo ha habido. Pero tienes que tener algo fundamental: la religión está legitimada por la desigualdad, y la desigualdad legitima la religión.
- Eso no es verdad! El cristianismo predica la igualdad del hombre. Dios nos ha hecho a todos a su imagen y semejanza.
- La ideología imperante en la historia siempre es la de las clases dominantes. A lo largo de la historia, siempre ha habido una lucha constante de clases: un opresor y un oprimido. La religión es producto de la ignorancia de los oprimidos y de la necesidad del opresor de mantener sus privilegios. Hablemos en concreto de la religión cristiana. Nos enseña que la vida es sufrimiento, lucha y esfuerzo. Pero no debemos preocuparnos, porque la verdadera vida nos espera tras la muerte. Dime, hijo. Si yo trabajo desde que sale el sol hasta que se pone, para ganar lo justo para comer y poder trabajar, de nuevo, al día siguiente; ¿como voy a obtener mayor consuelo? Si la vida verdadera es la que se asoma tras la muerte ¿que me importa trabajar en esta vida?
- Esa es la buena nueva de Cristo.
- ¿Existe mayor ofensa a la vida? Ese mensaje es un desprecio a la existencia. Hace que la vida pierda toda su belleza; la desprende de todo su valor. Responde: ¿porque Dios nos trae al mundo? ¿que sentido tiene? ¿porque no nos envía directamente al cielo?
-Yo no puedo responder esa pregunta.
- ¿Y no quieres hacerlo? Eres joven hijo, ¿porque no buscar respuestas? ¿Porque asumes el dogma que la historia te ha impuesto? ¿Porque cierras tu mente tan deprisa? ¿Cual es el objetivo de Dios? ¿Experimentar con nosotros? ¿Probarnos? ¿Para que? ¿Con que sentido? Si quiere perdonar nuestros pecados; ¿porque no los perdona simplemente? ¿Porque manda a su hijo para que los redima? ¿No te parece demasiado estrafalario, demasiado humano?
- No puedo responder a esas preguntas; tengo fe y no necesito más.
-¿Y porque no tienes fe en la raza humana? ¿Porque la desprecias de esa forma?
- Amar a Dios es amar al hombre. Dios no es superior a nosotros, no es nuestro jefe, no es nuestro líder. Dios es amor, simplemente eso.
- Es bonito lo que dices hijo, pero sabes que es falso. Dios no es amor. Dios prohíbe mas que ama. Si hay cosas que a Dios le gustan, y otras cosas que le disgustan, entonces Dios se guía por una norma moral. ¿No es así?
- A Dios le disgusta el mal. Le disgusta el pecado.
- Y en esa diferencia que establece Dios entre el bien y el mal, hay una ley. Unas cosas son buenas, y otras son malas. Entonces Dios, no es libre. Se guía por una ley superior a él. ¿Quien impuso en Dios esa ley? ¿O es que Dios tiene a su vez un Dios, y el universo es una eterna jerarquía? 
-No se como es Dios. Es algo demasiado grande, demasiado maravilloso, demasiado bello incluso, para que yo pueda entenderlo.
-No. ¿Porqué te limitas así? 
- De la ambición del hombre por ser superior a Dios nacen todas las guerras.
- Eso no es verdad. Los males del mundo vienen de la sumisión del hombre a Dios. Y ¿sabes que? Esa sumisión no es más que la de unos humanos a otros. Tu Dios existe hijo: se llama dinero, se llama poder. ¿Cuando vas a entender que la idea del Dios cristiano, del Dios musulmán, del Dios judío, y todas las deidades primitivas de las religiones actuales no proceden mas que de la ignorancia en que la humanidad, como consecuencia de la desigualdad, ha estado sumida? La desigualdad histórica del mundo a privado a la mayor parte de la población de una educación; la ha despojado del derecho a pensar por sí misma. Por eso las religiones han fluído libremente por la historia. Para unos: un opio. Para otros: un instrumento de opresión. Dios es un patrón castigando al obrero. Dios es un señor feudal acostándose con la esposa de un campesino. Dios es un patricio romano castigando a un esclavo.
- ¿Que manía tenéis de relacionar a Dios con la política?
- ¿Y que manía tenéis en despojar a Dios una existencia independiente al hombre?
- Lo dice la Biblia. Tengo fe.
- ¿En que? ¿En el libro sagrado de un pueblo? ¿En un compendio de relatos populares y tradiciones judías?
- Creo en Jesucristo que vino al mundo para redimirnos. Los ideales de Jesucristo son hermosos. Predican el perdón y la igualdad de los hombres.
- Por supuesto que lo son. ¿Lo he negado alguna vez?
- Has dicho que la religión hace malo al hombre.
-Sí. Los ideales de Jesucristo eran hermosos; pero no era más que un loco. Se decía a si mismo hijo de Dios. El hecho de que sus ideales fueran bellos, ¿justifica su divinidad? Todas las personas anteriores a Jesucristo que predicaron amor e igualdad entre los hombres, como Aristóteles, como Sófocles, ¿también eran hijos de Dios?
-No
- Solo faltaría que Jesucristo hubiera predicado el odio y la muerte. Sus ideales eran bellos y admirables, pero eso no justifica su divinidad. ¿Porque los humanos necesitan la necesidad de un ser divino para realizar buenas acciones? ¿No podemos confiar en nosotros mismos?
- Me preguntaste al principio si temía a la muerte. ¿No la teme usted, padre, que no cree en nada mas allá?
- Por supuesto que la temo, hijo. Pero mi propia vida es el arma para matar a la muerte. Creo en la belleza del mundo, y eso es todo lo que necesito. Creo en la búsqueda de la verdad. La filosofía es la duda constante, la crítica constante. Y precisamente, como aprecio la vida, critico el sufrimiento, el esfuerzo, la necesidad de trabajar para vivir. ¿Ves, como el cristianismo legitima la desigualdad? Un cristiano puede horrorizarse cuando ante su iglesia aparece una pintada, que puede ser borrada con la mayor facilidad, pero decir tranquilamente que la educación no es para todos, que cada uno debe ganársela y esforzarse para ello. ¿No te parece triste? Me lamento por el mundo, hijo, ahora que soy viejo, pero tengo la esperanza de que algún día cambiará.  La vida no es sufrimiento, no es esfuerzo, no es sacrificio. La vida es amor, felicidad y belleza. Lo que el mundo hace con la vida es la mayor de las atrocidades. Vivimos en una prehistoria absurda y violenta. Algún día, en un futuro, nuestros descendientes mirarán atrás con asombro y pena.
- ¿No puedo creer en Dios y luchar por un mundo mejor?
- Claro que puedes hijo. Muchos lo han hecho. Hay gente admirable en el seno de la iglesia.
- Así lo haré padre. No renunciaré a mi fe, pero lucharé por una humanidad libre de cargas.
- Me alegro, hijo. Pero recuerda que para ser feliz de verdad; tendrás que liberarte. No dejes que tu fe te reprima. No te encierres en su cárcel invisible. Si descubres que Dios es tu verdad; adelante.  Pero haz que tu fe sea libre. No la conviertas nunca en dogma. No hay nada de lo que no pueda dudarse, excepto de una cosa: estamos vivos, en el mundo, y no sabemos porqué.














7 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.

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  2. LA VERDAD ANTE TODO,AMARSE LOS UNOS A LOS OTROS

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  3. Tío, ¡estás hecho un lío! Si estas pintadas se quitan tan fácilmente, ¿por qué hay tantas en según qué zonas? ¡Quíen te vería a ti limpiándola jajaja!
    Pero, otra vez, no es un hecho condenable. ¿Qué es más condenable? Criticar unos recortes que le darán coartada al estudiante universitario, que nunca debió de serlo, para decir: el sistema es anti-yo (te quiero mucho la he tomado prestada). Por no hablar de los que ocupan el sitio de muchos que lo merecen y no pueden. ¿Por qué? Porque los criterios para las ayudas son la lejanía al centro universitario, si la familia es numerosa, cuál es la renta que declaran… ¿en algún lugar está su currículum, sus notas? Pero yo no pongo en cuestión el derecho a la educación. Lo que sí pongo en cuestión es que todos se crean con derecho a formación universitaria, deportes, título y, claro, todo a cien. Así de ruinosa es la universidad española.
    Desde luego, al joven creyente lo interpretas muy mal. Pobre del viejo sacerdote, que no sabe a qué vino a este mundo y le echa la culpa al Dios vampiro de su ineptitud. ¡Tío, tu comparación es diabólica! ¿Es tuya o prestada? Es misión y responsabilidad de todos y cada uno de nosotros descubrir a qué vinimos. Supongo que esta última frase es con la que has cautivado a tus fieles seguidores.
    Mañana, más.

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  4. INTRUSO SOY CREYENTE.LO QUE DEDUZCO ES QUE LO QUE DICE EL CURA NO ES EL¡¡ ES LA VOZ DE LA JUVENTUD QUE ACLAMA POR UN MUNDO MEJOR ,(ACLARO QUE SENCILLAMENTE CONTESTO ESTO POR ESPERECIA DE VIDA LO QUE VIVI Y VIVO )ES JUSTO Y NESCESARIO.
    DIOS LE DIO LIBERTAD AL HOMBRE,NO LO ATO,PERO EL HOMBRE NO CUMPLIO SE PERDIO EN EL PODER EL DINERO.
    QUIEN ES EL UNICO CULPABLE DE ESTE MUNDO ATRAPALLADO ,FALTA DE VALORES CORRUPTO EN SU ABSURDO PODER ES UNICAMENTE LOS HOMBRES QUE NO ESCUCHARON LA PALABRA DE DIOS,Y EL TE HABLA HAY QUE SABER ESCUCHARLO,PORQUE EL ESTA CON NOSOTROS.

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  5. Tienes razón, abuela, ¡me gusta más que la entrada del Intruso!

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  6. jajajajajajajaja ¡¡¡¡¡ vaya ¡¡¡

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