Las palabras mágicas fueron pronunciadas unas horas antes de que The Economist publicara su número de esta semana. En su edición europea, el protagonista de su portada: España. La letra "S" de Spain se cae para darle la estocada final a un toro de lidia cabizbajo, después del tercio de banderillas. Se acabó. Les habíamos avisado hace cuatro años y no nos hicisteis caso.
"Sólo es dinero, ¡lo fabricamos! para evitar que nos matemos en las calles por comida."
En Estados Unidos usaron su bazooka desde el primer momento. Billones, con b, de dólares para asistir al muerto clínico y revivirlo. Preside la Reserva Federal un economista experto en la Gran Depresión que siguió al crack bursátil del 29. Ben Bernanke inundó de billetes la economía mundial, a ver si así nos animábamos a gastar. Tú dale a la maquinita, fabrica más y no habrá problema.
Vive la différence! Unos años antes del crack, Alemania, derrotada en la I Guerra Mundial, fue obligada a pagar una abultadísima cuenta para reparar los daños que sufrieron los aliados. ¡Fabriquémoslo! Le dieron a la maquinita y en 1923 se imprimieron billetes de 100.000.000.000.000 de marcos, que se cambiaban por... 24 dólares USA.
Que unos y otros tengamos tantas diferencias a la hora de gestionar el dinero para resolver los problemas no es casualidad. Mientras que para Estados Unidos el objetivo es y será el crecimiento económico, para Europa es y será la inflación.
El euro es una invención sin base económica, es un empeño político puro y duro. Diecisiete países europeos muy dispares comparten una misma moneda. Fuera de la zona euro, en especial en Inglaterra y en Estados Unidos, dan por hecho que tiene los días contados. Pero no por culeros, simplemente hacen el análisis y, cuantos menos euros tengamos, mejor.
Pero no se fíen, ha dicho el Presidente del Banco Central Europeo. Estamos preparados, dice, para hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y, créanme, será suficiente.
Ojo, no ha dicho que va a salvar a España, tampoco a su natal Italia, pero dirige ese chiringuito y no se quiere quedar sin chamba. No disparó su bazooka, no compró deuda, no bajó los tipos de interés. Nada. Sólo labia. Un día después, la Merkel y el François dijeron que harán todo lo que sea necesario. Mientras Reuters, como en la víspera del anuncio del rescate bancario, da por hecho que el rescate parcial de España ya se está negociando. 300 mil millóns de leuros, pero a Alemania no le va bien en este momento. Pérenme tantito. Dos días después, advierte Sorayita: el rescate a España ya está descartado.
¿A quién creerle? El Banco Central Europeo ha prestado 420 mil millones de euros a los bancos españoles para que no se queden sin dinero; ha comprado 50 mil millones de deuda española; el Eurogrupo ha autorizado una línea de 100.000 millones para recapitalizar los bancos españoles con problemas. El Tesoro Español necesita pedir prestados otros 50 mil millones ya veremos a qué precio. Valencia, Murcia y Cataluña cogen número para que la lotería les tape sus agujeros. Sin condiciones, ¿eh? Tú págame las facturas de mis ambaixadas sin rechistar.
Está claro, ¿no? Pois éso.
A mi las cifras con tantos ceros me marean.
ResponderEliminar¿En donde está ese dinero?¿De donde surge derrepente?
No surge de repente. Los 420 mil millones de euros que los bancos españoles deben al banco central europeo surgen de la imposibilidad de aquéllos de financiarse en los mercados. Los 50 mil millones que el banco central europeo ha comprado ha sido resultado del primer intento de reducir la prima de riesgo. La línea es aquells con la que Mariano estaba tan contento antes de ir a ver jugar la selección a Polonia. Los 50 mil millones que el Tesoro necesita pedir prestados es para ser capaz de atender sus necesidades de gasto. Derrepente ¡no!
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