Queridos Reyes Magos.
Ya no recuerdo cuándo fue el último año que os dejé mi cartita y retomo esta buena costumbre este año. Cuando era niño, el día de hoy era muy especial, pero mejor aun era la víspera esperando que llegarais. Una vez esperé despierto a que llegarais y, entonces, pude dormir tranquilo. ¡Otro año me contestasteis la cartita que os había dejado!
En el colegio, el día antes, muchos niños llevaban sus cartas atadas a globos que soltaban al aire y subían al cielo para que llegaran de inmediao a su destino. Pero yo siempre la dejaba en el árbol unos días antes y nunca me fallasteis, siempre la recogíais. Bueno, excepto un año en que, para ahorraros el trabajo de ir a casa por ella os la envié por correo aéreo.
Este año tengo ganas de una tableta, pero no os lo voy a pedir. Lo que os quiero pedir este año es que me ayudéis a ser mejor persona. Ser mejor para ayudar, a la vez, a los que más quiero, a los que trabajan conmigo, a mis amigos y a mis conocidos.
Un hombre necesita muy poquitas cosas para vivir y ser feliz. A veces lo tenemos justo delante de nosotros pero somos incapaces de verlo.
a mi los reyes me dejaban una mochila de tela ,auque me vivia a ver de bajo de la cama,pero no habia mas sin embargo fue una epoca muy feliz de mi vida,todos,eramos iguales se comentaba de todo y aun siendo niños se participaba,estoy de acuerdo contigo no hace falta mucho para vivir y ser feliz
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