Juan López de Uralde, ex-director de Greenpeace España, es su principal dirigente. Su participación en un acto de protesta durante la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de Copenhague tuvo una gran repercusión mundial. Él y otros activistas irrumpieron con una pancarta que decía: Los políticos hablan, los líderes actúan.” Uralde declaró: Tenemos sólo 24 horas para sacar al mundo del cambio climático. Mientras los líderes mundiales cenan, el destino de millones de personas e incontables especies están en la cuerda floja.” Estuvo detenido 19 días. Ahora dirige Equo, que se presenta a estas elecciones con un objetivo: alcanzar el 10% de los votos. El CIS le da un 0,4% y un diputado.
Sus propuestas pretenden una radical reorientación de las políticas del gobierno para penalizar el consumo de los combustibles fósiles (petróleo y sus derivados, gas natural...) y apoyar las energías renovables. Conviene recordar que, en la actualidad, aproximadamente la mitad del precio de los combustibles son impuestos. El cambio de modelo productivo está en boca de casi todas las propuestas, significa aquí en una economía sostenible y socialmente avanzada; reequilibrar los beneficios empresariales a favor de los salarios, reducir la brecha entre los salarios que ganan los directivos y los trabajadores; prohibir las horas extras, trabajar menos y establecer la jornada semanal de 35 horas para que más personas puedan tener trabajo.
Este programa necesitará aumentar considerablemente el gasto público. Uno de los objetivos de los poderes públicos es velar por el interés general y, Equo entiende que la mejor forma de conseguirlo es con más intervención. La recaudación de impuestos subiría unos 8 puntos porcentuales para alcanzar el promedio de los países más avanzados de la Unión Europea: 83.000 millones de euros al año.
Propone una república laica y federal, reforzando el sistema proporcional de elección de los diputados.
Para despolitizar la justicia, propone un novedoso sistema para elegir a doce de los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): que los propios jueces los elijan en listas abiertas. La constitución establece de forma expresa que cuatro han de ser elegidos por el Congreso y cuatro por el Senado. Desde la reforma de González de 1985, todos son elegidos por el Poder Legislativo, lo que ha provocado la vergonzosa situación actual: todos los medios se han acostumbrado a la existencia de un sector progresista y otro conservador. Como si tal cosa. Guerra no mentía cuando sentenció: Montesquieu –la separación de poderes- ha muerto.
Propone una república laica y federal, reforzando el sistema proporcional de elección de los diputados.
Para despolitizar la justicia, propone un novedoso sistema para elegir a doce de los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): que los propios jueces los elijan en listas abiertas. La constitución establece de forma expresa que cuatro han de ser elegidos por el Congreso y cuatro por el Senado. Desde la reforma de González de 1985, todos son elegidos por el Poder Legislativo, lo que ha provocado la vergonzosa situación actual: todos los medios se han acostumbrado a la existencia de un sector progresista y otro conservador. Como si tal cosa. Guerra no mentía cuando sentenció: Montesquieu –la separación de poderes- ha muerto.
Aquí, el ecologismo nunca ha tenido fuerza. Cuando el partido verde alemán florecía en Alemania, a mediados de los ochenta, aquí el PSOE aplicaba el rodillo para modernizar el país. Esto no quiere decir que hayamos vivido a espaldas de la preocupación por la sostenibilidad económica mundial, porque ha penetrado a través de avanzadas políticas que han sido promovidas por la Unión Europea y negociadas en los foros internacionales. El control medioambiental sobre el sector privado está generalizado y es exhaustivo.
En la actualidad, el reto de la economía sostenible se plantea a nivel mundial. En la actualidad, disponemos de la tecnología para hacerla posible. El análisis de los costes medioambientales forma parte de la ciencia económica desde hace mucho tiempo. El estudio científico del cambio climático es incipiente, pero al menos permite llegar a la conclusión de que la acción contaminante del hombre está cambiando el planeta y es necesario tomar decisiones y actuar.
El planeta Tierra es azul, no verde.
Hola , me gustan mucho tus articulos aunque no les entiendo nada,aunque me temo que si les entendiera seguro no estaría de acuerdo contigo. Sigue escribiendo que yo si te leo. Un saludo
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