Cuando empiece a salir el sol, en lugar de alegrarme como lo hace todas las mañanas, hoy me encontrará rendida.
Tic-tac es lo único que escucho. No me desespera.
En realidad, me encanta el ritmo del tic-tac.
Dentro de mi hay un tic-tac que escucho claramente, todo el tiempo, desde hace veintiocho años y que nunca quiero dejar de escuchar.
Te quiero
ResponderEliminarYo tampoco quiero dejar de escuchar ese tic tac
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