Me encantó la capital de la República Checa. Un lugar ideal para pasear. Cada vez que giras la esquina de la calle te encuentras una sorpresa, iglesias, obras de arte, edificios preciosos, tiendas curiosas, cervecerías... Cruzar el puente de Carlos, que une las dos orillas del río Moldava, es una preciosidad, está decorado por treinta esculturas barrocas y tiene unas vistas de la ciudad y del castillo maravillosas. El casillo de Praga es un lugar digno de visitarse, es considerado como la mayor fortaleza medieval del mundo y fue fundado en el siglo IX como residencia de los reyes de Bohemia. Es como entrar a otra época.
Pero definitivamente lo que me impactó y rompió ese encanto de cuento de hadas fue el barrio judío. Allí hay un antiguo cementerio judío con 12.000 lápidas, unas encima de otras. Fue durante más de 300 años fue el único lugar donde estaba permitido enterrar a los judíos en Praga. Alrededor del cementerio había varias sinagogas importantes que los nazis se ocuparon de no destruirlas ya que tenían en mente conservar la zona para llevar a cabo el abominable proyecto hitleriano de hacer en Praga "el museo de la raza extinguida".
Los hombres pueden hacer cosas tan bellas y tan horribles que yo no lo puedo comprender.
ResponderEliminarlos hombres nunca se dan cuenta de nada no piensan ejecutan y luego cojen de su nulo cerebro (la caja de la nada)por eso estamos como estamos,
ResponderEliminar¡Újules! Ahora resulta que la culpa es sólo de los hombres, PERO NO DE LAS MUJERES???
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