
Casualmente pasábamos por aquí, por el Congreso de los Diputados, justo cuando salías del almuerzo con Bono.
- ¿Qué tal, Presidente?
Mientras saluda, un joven le dice:
Nos da mucha pena que te vayas.
Unos estudian Políticas y otros Derecho.
- Hacen falta politólogos en España, ¿eh?- dice otra, a lo que él matiza:
- Es tan importante la política como el derecho.
- Totalmente de acuerdo-, contesta ella. Casualmente. Al 100%.
Un periodista le pregunta por el almuerzo.
- El almuerzo muy bien; muy agradable y muy interesante, pero lo más importante son los jóvenes-. ¡Dejadle disfrutar de este casual encuentro, hombre!
Otro le dice:
- Tenemos un presidente que ha luchado mucho por los jóvenes.
Pero él, quitándose importancia, -"no, nada"- hilvanando una improvisada lección magistral que tiene en la punta de la lengua:
"Porque tenéis que tener una gran confianza en la democracia española; y que, luego también, hay que combinar (...) la política y el derecho, que no siempre el proceso político es como aparece en los manuales de ciencia política."
No te acostarás sin saber una cosa más. Ahora, la tarea para los, mis, jóvenes:
"Por éso, les invito a que lo descubráis: dónde están las diferencias."
Uno de ellos, vestido con una camisa morada de manga corta, al que Rodríguez saludó el primero, lleva pegada en ella una pegatina. Una diputada, miembro (¿o se dice miembra?) del Grupo Parlamentario Socialista, ha invitado a estos chicos. Algunos de ellos son militantes, miembros de las Juventudes Socialistas.
Casualmente.
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