Me gustan los toros. Pero no "los toros". Tampoco es que tenga un especial cariño por los primeros. Simplemente son animales, y con ello, seres vivos. Nosotros, los humanos, los animales superiores, la cúspide de la cadena alimenticia, también somos seres vivos. Al igual que los toros, nacemos a partir de el acto sexual de un macho y una hembra. Respiramos, comemos, hacemos nuestras necesidades: nuestros cuerpos funcionan de la misma forma. Nuestra mente no.
Algunos dicen, que los humanos, como animales, somos materia, y como humanos, espíritu. Nuestra parte animal es corruptible, se crea y se destruye, no permanece, se evapora con el paso del tiempo. Nuestra parte espiritual es indivisible, y eterna. Todos estamos de acuerdo en que hay algo que nos diferencia de los demás seres vivos . Pero no acordamos el qué. ¿Qué es el espíritu? Podemos llamarlo alma, podemos llamarlo yo, podemos nombrarlo de muchas formas. Dejando de lado nuestra capacidad intelectual, la que nos permite desarrollar y razonar conceptos de forma mas avanzada que cualquier otro animal, ¿que cualidad es no superior a las animales si no en exclusiva humana?
Los sentimientos. Los sentimientos nos hacen humanos. Y quizás el mas profundo y hermoso de ellos sea la compasión. Como dice Milan Kundera "(...)La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta limpieza y libertad en relación con quien no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción),radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales. Y aquí fue donde se produjo la debacle fundamental del hombre, tan fundamental que de ella se derivan todas las demás.""
Con esto no quiero decir que esté a favor de su prohibición en Cataluña. Ni que todos los aficionados a los toros sean insensibles e inhumanos. Por supuesto que considero el toreo una tradición que forma parte de la cultura popular española. Pero no todas las tradiciones, por el mero hecho de haber pervivido durante muchos años en una sociedad, deben ser preservadas. No voy a empezar a hablar de ablación del clítoris en Africa ni lapidaciones a mujeres en Oriente medio, porque no tiene sentido y además, no es comparable. Muchos grupos ecologistas, veganos y demás, critican la fiesta porque consideran horrible el sufrimiento que padece el animal. Yo no la critico por eso. El reino animal está lleno de sufrimientos mucho peores: los animales no tienes conciencia, su vida consiste únicamente en luchar por sobrevivir. A mi lo que me disgusta es que todo el mundo lo vea. Que sea un espectáculo público, que la gente disfrute viendo morir a un animal lentamente. No me gusta que el elemento representativo de mi cultura sea la muerte, aunque infligida con elegancia.
No creo que sea apropiado prohibirla. No se puede progresas a base de prohibiciones. Y si éstas esconden motivos políticos, peor aún. Si a los políticos catalanes realmente les dieran pena los animales, prohibirían muchas otras cosas, como ejercer a las empresas que fabrican sus productos matando - e incluso de formas increíblemente dolorosas- a animales,u obligarían al ya criticado zoológico de Barcelona a mejorar sus condiciones. Esta prohibición me parece hipócrita y tendenciosa.
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