¿Quién mató a Colosio? Mario Aburto. Caso cerrado.
¿Quién perpetró el 11-M? Jamal Zougham. Caso cerrado.
Hace siete años, en la víspera del 11-M, España estaba en campaña electoral. Un poco sosa, anodina, sólo animada por la pregunta del millón: ¿Obtendrá el PP mayoría absoluta? Esa noche, en el programa que TVE se inventó para impedir un debate entre los principales candidatos, un agradecido periodista simuló entrevistar al candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero. Les suena, ¿verdad? En realidad, lo que intentaba era mostrar sus debilidades y ocultar sus fortalezas, en busca de la mayoría absoluta. Es una de las entrevistas más lamentables que recuerdo haber visto en la televisión pública. No recuerdo su nombre y no he vuelto a verlo en televisión.
Al día siguiente todo cambió. Lucía Méndez, que vivía cerca de una de las estaciones donde estallaron las bombas, contaba horrorizada a la COPE lo que estaba viviendo. La campaña se suspendió.
¿ETA o Al Qaeda? ETA lo había intentado apenas unos días antes, pero parecía muy salvaje, incluso para ellos. Indignación y rabia. La gente se lanza a la calle al día siguiente.
Terroristas suicidas. Según fuentes no reveladas, la SER asegura que se encuentran entre los restos de los trenes cuerpos con varias capas de ropa interior, característico de terroristas suicidas. Cábalas, son 911 días después de los atentados del 9-11.
¿Qué dice Aznar? Nos han querido matar por el hecho de ser españoles. ¿ETA? Todos piensan que ha dicho que sí. Acebes no tiene dudas. Tytadyne con cordón detonante, le dicen los mandos policiales antiterroristas. O sea, ETA.
La guerra de Irak, ¿no os acordáis? Ya se encargarán de recordarlo. Durante todo el fin de semana, aunque la campaña se había suspendido oficialmente. Olga, la fiscal, también nos lo recuerda durante el juicio. Al juez Bermúdez, no obstante, se le olvida cuando redacta la sentencia.
Emilio Suárez Trashorras, asturiano, enfermo, es el cerebro de la trama. Le condenan a miles y miles de años de carcel. El tenía acceso a los explosivos de mina Conchita. Goma 2 EC, Goma 2 ECO, ninguno de ellos contiene Tytadyne. El chino, camello de poca monta del País Vasco, transporta los explosivos desde el norte en una furgoneta. Es detenido más de una vez por controles de la Guardia Civil. Adelante.
Jamal Zougham tiene un locutorio en Lavapiés. Ha suministrado las tarjetas telefónicas. El día de los atentados, de acuerdo con al menos cuatro testigo, se le vio en todas las estaciones, entrando, colocando las mochilas con las bombas, saliendo, cogiengo otro tren, llega a otra estación, coloca las mochilas... Un gran atleta, este Jamal. Mil y un años de cárcel para Zougham.
Tres días más tarde, el día que el PP iba a revalidar su mayoría absoluta, sorpresa. Ni Isabel Gemio se lo esperaba.
La turba acusa a Aznar. Es su culpa. Él nos metió en la guerra de Irak, él se sacó la foto de las Azores. Por éso dice que es ETA, para que su partido gane, el muy hipócrita. Si es Ben Laden, lo dirá después del domingo, seguro que no es ETA.
Acebes ha envejecido veinte años en dos días. Está cada vez más perdido. El sábado en la tarde, mientras de prepara la detención de dos indios, propietarios de un bazar, insiste en que es ETA. Los hindúes compraron los teléfonos. ¡Ahí está, la Jihad connection! Está claro. Estos indios quieren vengar a sus hermanos patriotas que han sido humillados en Irak. Pero ¿son musulmanes? Pero ¿éso importa? No son euskaldunes ni abertzales. Perfecto para seguir sembrando confusión. Los señores musulmanes tienen que saber, que nosotros somos un pueblo pacífico, que no queremos su mal, que este señor del bigote nos metió en la guerra sin querer queriendo, pero nosotros no fuimos, nosotros no queríamos. Verídico testimonio de una indignada ciudadana ante las cámaras de CNN+.
Ni desiertos muy lejanos, ni montañas muy remotas.
Los suicidas de Vallecas. Ahí están, metidos en un piso, descubiertos por los GEO, haciendo la Jihad, esperando el momento oportuno para suicidarse haciendo el menor daño posible a los infieles. Ahí están el chino y el tunecino para mantener la disciplina. Somos suicidas, sí, pero todo con medida, nada con exceso.
¿Quién mató a Colosio? Mario Aburto. ¿Y lo del 11-M? Jamal Zougham.
¿Sabremos algún día toda la verdad? Ya lo sabemos hoy. El caso ha sido juzgado, hay sentencia firme, los culpables están en la cárcel, nos recuerda Jáuregui. El pueblo español se merece un gobierno que no les mienta, frase célebre de Rubalcaba. El nunca miente, claro, como en el caso del Bar Faisán. Noventa toneladas de restos han desaparecido. Los restos de explosivos limpiados con acetona. Ahí los tenéis. A los hechos me remito, diría Manquiña.
Lo que me parece muy raro es que ningún grupo terrorista se ha adjudicado este horrible acto. Yo creo que nunca se sabrá la verdad.
ResponderEliminar