lunes, 28 de febrero de 2011

Entrevista a Marya Julya



Tiene dieciocho años y un prometedor futuro como escritora. Esta joven estudiante en Barcelona, ya prepara su tercera publicación. Con influencias de Zafón y Setterfield sus libros mezclan intriga, amor y drama. Hoy, hablamos con este nuevo talento.De aspiraciones, sueños y dificultades. Marya Julia, joven y creativa, intrusea con nosotros.

 ¿Cuando empezaste a escribir? 
No lo sé exactamente, pero al tener el primer premio que gané de poesía en el colegio ("Con un libro en las manos") fechado de cuando yo tenía once años, cuenta... Ahora tengo 18. Empecé con un gusto obsesivo por las películas de Piratas del Caribe, que me llevó a novelizarla con pelos y señales cuando tenía menos de 13 años y con lo que eso conlleva. No se me publicó por los derechos de autor y la duda de si tendría éxito (en ese tiempo, aún no estaban ni a la vista la segunda y tercera parte de la saga); cuando salieron las siguientes películas y vi la cantidad de versiones escritas que se habían creado (algunas mejores, otras peores), se me cayó el alma y todo lo demás a los pies.

 Ya has publicado dos libros, y estás preparando el tercero. ¿Qué consejos le darías a jóvenes escritores que sueñan con hacerlo? 
El pobre tercer libro, Los sueños que Jorge se olvidó en mi cama, se está muriendo de asco definitivamente, esperando a ser publicado; mi consejo es que usen mucho la cabeza. Tanto a la hora de sentir y poderlo plasmar en el papel, como a la hora de tener que jugar con los vocablos para que las frases alcancen su esplendor, hay que tener un cerebro trabajando a todas horas. La cabeza del escritor no descansa nunca, ni cuando duerme, de hecho, es cuando escribiremos nuestros mejores libros. Que no se precipiten a no ser que tengan suficiente dinero como para hacerlo.

¿Es difícil conseguir publicar un libro?
Demasiado. O cuesta demasiado dinero para mí. El primero que publiqué no me hice cargo yo, sino mi padre, que halló una editorial. No estoy segura de con qué dinero se pagó, si con mío o de mis padres. Tal como están las cosas, juraría que mío. Luego, ese dinero lo recuperas si vendes... Hoy en día, si no te conocen, no te van a publicar, y menos sin pagar, y lo peor en mi caso, es que la editorial que he usado hasta ahora sólo vende por Internet, es decir, que a menos que yo lo pregone a los cuatro vientos, nadie sabe que ese libro existe si no lo buscan específicamente. Así pues, además de los conocidos, si no me publicito, no vendo. Por eso no he publicado aún Los sueños que Jorge se olvidó en mi cama, de hecho, estoy esperando a la editorial Altaria, que me pidió que se lo dejara leer, para ver si hay suerte, que en el fondo es lo único que cuenta en este mundo comercial... Aunque admito que muchas editoriales me lo han puesto por el cielo, eso sí, oliendo el dinero en mi bolsillo.

Cuéntanos algo de tu último libro, el Señor del Astro Rey.
Precisamente, ayer lo leí de nuevo, pues desde que lo escribí... La verdad es que nunca habría esperado crear algo así. Estoy orgullosa de él, pobre de mí, ahora creo que no sería capaz de reescribirlo... Debo admitir que surgió tras embelesarme con Zafón.... (tenía 16 años) De ahí que el estilo sea similar. Es un libro pasional (literariamente hablando) y con mucha fuerza; trata de hermanos gemelos huérfanos, cuyo pasado está manchado de sangre y miedo, que se percatan de que están relacionados con una extraña muerte de un profesor de su escuela, donde imparten clase unos profesores que tienen mucho que esconder, para bien y para mal. Ya anuncio que también estoy escribiendo ya la segunda parte, La Cortesana de la Queda Blanca, que no dejará que desear (al menos, así lo espero). Aun así, en El Señor del Astro Rey no quedan cabos sueltos; nunca he entendido cómo consigo relacionarlo todo por medio de pequeños detalles significativos. Probablemente, costumbre adquirida desde niña.

 ¿Podrías adelantarnos algo sobre el nuevo libro que estas preparando?
Estoy preparando varios libros, entre ellos y como ya he dicho, la segunda parte de El Señor del Astro Rey; de igual modo, le siguen Un mordisco en el trasero y otras evocaciones, muy parecido a Los sueños que Jorge se olvidó en mi cama; la segunda y tercera parte de mi primer libro Isis Iva. El Diablo del segundo infierno: Isis Iva. La Doma del Mal e Isis Iva. La enemiga del último Cielo; pero el que sin duda se lleva la palma es un libro cuyo título aún no he decidido, algo que me hace sentir impotente porque nunca he tenido problemas con los libros. Esconderá la locura dentro de una máscara de un circo fantástico y bello, que en realidad se ensaña en cualquier tormento para conseguir lo que se propone. Las protagonistas esta vez serán tres gemelas idénticas (sí, no preguntes, tengo un problema con los gemelos).

 ¿Se nace con talento para ser escritor, o todo se aprende?
Ah, el eterno debate, la interminable controversia. Me preguntaron eso en otra entrevista, y no recuerdo ni qué contesté... Debo ser sincera; antes, creía que todo de podía aprender, a base de lectura y experiencia, pero he visto con mis ojos a adultos intelectuales y culturizados que no son capaces de escribir ni veinte páginas seguidas, reconociéndolo ellos mismos. Por lo que parece, se necesita un tipo de constancia muy especial, y ser un apasionado casi iluso para vivir lo que escribes con todos tus sentidos... Tal vez por eso las personas demasiado racionales no escriben buenos libros. Creo que incluso tienes que llegar a ser melancólico y un pelín melodramático, exagerado especialmente en las desgracias y, si me lo permites, rebelde teatral.

¿Consideras básico leer mucho para poder escribir bien?
Eso ya ni te lo discuto; yo misma veo eso cada vez que pongo mis ojos en las letras de un libro. Precisamente, por eso estoy leyendo ahora de nuevo a Zafón y a esta pobre servidora misma, para retomar la inercia y la exquisitez de redacción que tenía hace un par de años, perdida debido a motivos personales. Serviría cualquier otra cosa, pero. De pequeña engullía los libros; al contrario que ahora, me tragaba tomos enteros de quinientas páginas en apenas dos horas. Conocí a Bécquer a mis 11 años y a Kafka a mis 12, aproximadamente. Los clásicos eran mis preferidos, tal vez se debía a tener un padre profesor de lengua y literatura castellana, apasionado de las letras refinadas. Eso me llevó a no tener jamás problemas con las letras ni palabras, y tampoco, a cometer ningún error de ortografía. Da igual lo que se lea, pero en la práctica está la perfección: leer una revista, el periódico, da igual, pero leer... Eso abre la mente, fomenta la creatividad, ayuda a la imaginación y estimula el cerebro a trabajar con más facilidad con las letras. Soy estudiante de Psicología y de lo que voy aprendiendo, ésa es una de las cosas. Miedo y asco me dan los juegos de ordenador, telebasuras y consolas.

3 comentarios:

  1. Marya J. gracias a ti por dejarnos conocer un poco más sobre tu persona y lo difícil que es conseguir un sueño, tal vez por eso al tenerlo entre las manos se disfruta mucho más.
    Sigue adelante y no te des por vencida por que el orgullo hacía uno mismo es un tesoro muy complicado de encontrar aun teniendo el mapa con la X marcada.
    felicidades!!!!

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