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Madre e hijo , Gustav Klimt. |
Llegó el momento de ser independiente, de caminar sola por el mundo, de tomar mis propias decisiones. Todo aquello que cualquier niño desea ; salir de casa sin dar explicaciones, ir a cualquier lugar en cualquier momento y no recoger la habitación y no levantarte temprano los domingos y tener la ropa sucia encima de una silla y no dejar los zapatos en su sitio y no mandar un mensaje cuando llegas y de tener una tarjeta (con un saldo que suele rondar los tres euros).
Leí este poema y me acordé de de mi madre. Creo que Khalil Gibran refleja perfectamente ese momento en el que los hijos nos vamos de casa, decimos adiós a nuestra infancia y emprendemos nuestro propio camino.Sé que para las madres es duro que una parte de ellas diga hasta pronto y deambule por un mundo desconocido lleno de extraños, y pervertidos que ofrecen caramelos en los parques y de gente que echa droga en los vasos de las discotecas y de callejones oscuros por los que perderse y todo eso de lo que tanto temen y que de lo que nos previenen cada día. No debe de ser fácil, pero a veces se les olvida que un día ellas también dijeron adiós.
"Tus Hijos no son tus hijos,
deseosa de sí misma.
No vienen de tí, si no a través de tí.
Y aunque estén contigo,
no te pertenecen .
Puedes darles tu amor
pero no tus pensamientosPuedes darles tu amor
, pues ellos tiene sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos
pero no procures hacerlos semenjantes a tí.
Porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad"
Se puede decir más alto, ¡pero no más claro!
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