lunes, 28 de marzo de 2011

Pensamientos del abuelo: Robar con una cámara de fotos.



¿Qué es una foto? Una impresión en papel, en el disco duro de una computadora. Si la foto es en papel, las guardamos en un álbum como trofeo del robo que hicimos, y si está en un cuadro le ponemos un marco por los lados, un vidrio por delante para que no se la lleven, y si están en la cámara se van al disco duro pero siempre con una clave. Así se guardan los robos.

Pero, ¿con que fin lo hiciste? El robo como un recuerdo de familia para futuras generaciones, como negocio, como testimonio de sitios que visitaste, eventos..
Eso no es una foto. Para mi, es un robo. A las pruebas me remito:
Puede haber fotos muy bien tomadas, robos movidos, robos oscuros, a contra luz, como quieras que las tomas es un robo. Que sea el mejor planeado, porque hay robos que han ganado grandes premios, reconocimientos mundiales y familiares, y otros se han cotizado en grandes cantidades. Así que hagamos el mejor de los robos con ayuda de profesionales y prácticas.
Cuando visitamos un país y sacamos fotos, no fotografiamos el cielo azul, porque ese es de todos y no hay problemas, pero cuando retratamos un castillo, un monumento, una iglesia o una casa, estamos robando con nuestra cámara parte de ese país, y cuando llegamos a nuestra casa la ocultamos en nuestro disco duro, en un archivo con clave. Por eso en muchas partes no se permite robar, sólo se permite ver.
Cuando vas a sacar una foto a una persona, el robo es doble. La pones frente a una casa o un monumento, y le empiezas a dar órdenes, a la derecha, a la izquierda, mas lejos, mas cerca, sube ese escalón, bájalo, mira al frente, de lado, para arriba, para abajo, sonrríe, seria, y cuando la tienes en tus manos, con el dedo de la mano derecha le robas una fracción de segundo de su vida y listo, le enseñas, si quieres, la foto como prueba del robo y si no cuando llegas a casa, la borras o la mandas a tu archivo junto con los otros tesoros y con la clave.
Y que me dices cuando sacas una foto de un grupo familiar, empieza como las arañas a tejer tu red, primero escoger el sitio del robo masivo, a ver  a ver los niños sentados en el suelo, en las sillas, los viejos y cuanto mas viejos mas para el centro, hijos, nueras y la juventud con los invitados atrás de pie, y tu te retiras con tu cámara pensando ya los tengo. Preparas tu arma y das tus últimas instrucciones voy a sacar dos así que todos quietos y sonrían y con tu dedo derecho disparas y el robo ha sido consumado. Masivo y por partida doble.

Pero gracias a eso conocemos a nuestros antepasados, a la casa vieja del bisabuelo, las cosas bellas que nos rodean y las cosas malas que ha hecho el hombre. No es contra las fotografías, si no contra las fotos tomadas sin fundamento y belleza.

3 comentarios:

  1. esta genial, me encanto

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  2. pero cuantos de esos robos han sido trofeos a nuestras mentes que habían olvidado pequeños momentos y detalles?

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  3. Ricardo, para mí una foto es un momento de luz que guardas para siempre. Para mí no es un robo, porque tú la recogiste, nadie más. Y ese momento es sólo tuyo, y porque es tuyo decides guardarlo, con una clave. O decides compartirlo. Cuando pasa mucho tiempo, los abres y los recuerdos regresan vivos, a tu memoria, como si alguna vez hubieran existido, pero sólo están ahí, en tu cabeza. Entonces revives emociones, tristezas, alegrías. Vuelves a reír y a llorar.
    Creo que el que roba no puede esconderlo, aunque quiera. Le pierde su propia soberbia y acaba cagándola casi siempre.

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